Patrullando a lo verde oscuro

Uno de los escritores de comics que más me está entreteniendo últimamente es Paul Cornell. Este escritor británico, que llegó a ser conocido en su país por ser guionista de la serie de televisión Doctor Who, ha escrito tanto para Marvel Comics como para DC Comics. Ya sea en las páginas de Wisdom, Captain Britain and MI: 13, Action Comics, Knight and Squire o Batman & Robin, siempre me dejó satisfecho con la forma en como encara a los personajes, las aventuras que desarrollan y los planteos personales de cada uno de ellos frente a lo que les toca vivir. Por todo esto, cuando vi que en la comiquería había llegado un tomo recopilatorio de la Patrulla Oscura, o los Dark X-Men para ser puristas, escrito por él (y con arte de Leonard Kirk), decidí darle una oportunidad a este material.

Cornell sigue saliéndose con la suya, logrando que por momentos uno se interese por esos personajes a los que anteriormente jamás en la vida hubiera dado ni un centavo. ¿De qué va esto? Bueno, estamos en la etapa Marvel del Reinado Oscuro, luego de la Invasión Secreta, cuando Norman Osborn — ex Duende Verde, ex líder de los Thunderbolts, y multimillonario trastornado — toma las riendas de casi todo el patrimonio tecnológico de las industrias Stark, de la confianza del gobierno y de la población estadounidense. Así vemos que durante esta etapa Osborn de la misma manera en que produce su propia versión de los Vengadores aparece su propio equipo de X-Men: la Patrulla Oscura. Este equipo está integrado por Mystique, la Bestia Oscura, Weapon Omega y Mimic, y seamos sinceros… ¿cuándo íbamos a pensar que un comic basado en este equipo de mutantes podía llegar a estar interesante?

En este tomo nos encontramos ante el resurgimiento de X-Man - Nate Grey, hijo de Scott Summers - que reaparece en un pequeño pueblo donde su presencia hace que varios de los habitantes entren en una especie de sonambulismo continuamente repitiendo "soy un X-Man". Osborn envía a su equipo de X-Men Oscuros para investigar y sensibilizar a la opinión pública. Este enfrentamiento llegará a su punto más loco dentro de la mente del propio Osborn, confrontando a los miembros de su equipo con su personalidad del Duende Verde.

Cornell hace interesantes a los Dark X-Men ya que los muestra o como psicóticos incurables o como tipos arrepentidos en busca de una redención, sumado a que aparece el X-Man como ese redentor del futuro que trata de solucionar todos los problemas que hay en el mundo. En realidad, esta obra termina siendo más una historia de X-Man que de la Patrulla Oscura.

Así que si quieren leer un material pasatista realmente entretenido, esta es una buena opción. Hay que reconocer que no es de lo mejor que ha escrito Cornell, pero todavía no leído ni un comic de su obra que me defraude en lo absoluto.