Swamp Thing, o para nosotros - los hispano-parlantes - la Cosa del Pantano, es un personaje creado por Len Wein y Bernie Wrightson para DC Comics, que protagonizó una de las series regulares de comics de horror-fantasía más populares de todos los tiempos. Es una masa humanoide de materia vegetal que lucha por proteger su hogar, su pantano, a todo el medio ambiente en general y también a toda la humanidad, de varias amenazas sobrenaturales. Esta serie fue escrita por muchos autores pero obviamente el más destacado fue Alan Moore, quien reinventó al personaje en su segunda serie regular, de modo tal que influyó en toda una generación de nuevos autores. Bajo su mano, la Cosa ganó un perfil mucho más profundo y psicológicamente complejo y constantemente estuvo sumergido en un viaje autorreferencial para hallarse a sí mismo, para saber quién (o qué), hasta que punto se puede decir que tiene una "humanidad", de qué cosas era capaz, y cuál era su lugar en el mundo y dentro de la Naturaleza.
Esta serie fue uno de los pilares del nacimiento del sello Vertigo dentro de DC, comics orientados a un público adulto, y tuvo un final allá por mediados de los noventas. Se supone que este parate fue debido a las bajas ventas que estaba teniendo, aunque se dice también que el escritor de ese momento - que no es otro que Mark Millar - se había aburrido de escribirla, y por eso decidió dejar el título, razón por la que Vertigo/DC canceló la serie.
Luego al tiempo vino una tercera serie de escasos veinte números escrita por Brian K. Vaughan, protagonizada por Tefé, la hija de la Cosa del Pantano, y más tarde una cuarta serie en la que Alec Holland vuelve a ser la Cosa protagonista, que culminó en el número 29 también por escasas ventas.
Todo el material de Alan Moore sobre la Cosa del Pantano no debe faltar en la biblioteca de todo buen comiquero. Además, lo que hizo Rick Veitch no es despreciable, lo de Morrison y Millar también es muy buen material, e incluso los números de Lein Wein y Bernie Wrightson anteriores a la etapa de Moore son dignos de una buena leída.
Los dejo con unas bonitas portadas antiguas:
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