Bueno, ya terminó CBB2. Por lo tanto ahora mi meta es leerme las pilas de comics atrasados que tengo en casa, y tratar de comentar aquí lo máximo posible, o al menos aquello que valga la pena. Entonces, comencemos.
Hay un paralelo insoslayable entre las historias del pueblo uruguayo y el argentino. Con un mismo origen, hay situaciones parecidas a lo largo del tiempo que fueron resueltas de formas o bastante similar o bastante diferente. El encontrarme con algunas de las últimas obras publicadas de Rodolfo Santullo me ha hecho conocer más los acontecimientos de los duros años de la dictadura uruguaya, como ya dije en parte semejantes a los vividos de este lado del Río de la Plata, en parte resueltos de manera distinta.
Sinceramente, no esperaba encontrarme con esta temática cuando encaré la lectura de Valizas. Creo que con los días fríos y grises que están haciendo por estos lados del mundo si hubiera sabido de qué trataba hubiera ido a parar un poco más abajo de mi pila de lectura. Por eso, una de las primeras cosas buenas que puedo decir es que no me arrepiento en lo absoluto de ya haberlo leído. Una historia que se desarrolla en un inhóspito balneario durante uno de los inviernos de la década de 1970 ante los ojos de un niño que va viviendo un drama familiar que trasciende el contexto político en sí. Porque antes de ser una historia de militantes que buscan protección en el exilio es una historia de una familia quebrada, de opciones ante la vida, de cosas que a uno le tocan vivir porque estaba escrito. Y esto es algo universal, amigos.
De esta manera, uno va descubriendo partes de la historia uruguaya en conversaciones y circunstancias que afectan a un elenco de personajes riquísimos (el viejo del faro, la maestra enamorada, la tía militante, etc.). Se puede decir que esta obra es el complemento perfecto de la obra Acto de guerra - también de Santullo - pero encarada con un tono más sutil e intimista y menos explícito que en la mencionada. El mayor logro que tiene Valizas es que aunque transcurre es una situación familiar incómoda vista a través de los ojos de un niño que jamás está alegre en toda la historia en una playa desolada en un crudo invierno, no es una obra triste ni con golpes bajos, sino que te transmite un clima melancólico y nostálgico panel a panel. La inclusión de historias mitológicas a modo de metáforas y la intercalación de espacios amplios y abiertos con pequeñas habitaciones opresivas son otros detalles no menos importantes en el desarrollo de la obra. El arte preciso de Marcos Vergara enriquece cada momento de la historia, con un atinado color sepia a lo largo de toda la obra.
Resumiendo, Valizas es una obra de reencuentros y distancias - distancias entre corazones que resultan ser más extensas que las prolongaciones de estas playas vacías. Totalmente recomendado.
1 comentarios:
ahora que estoy en un hotel en palermo de vacaciones voy a aprovechar a leerlo, gracias por la recomendacion, parece muy interesante
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