A esta altura, ya hay muchas opiniones vertidas sobre el relanzamiento de DC que ocurrirá en septiembre. Siendo sinceros, vemos que casi todas las opiniones son o de desconfianza o de descontento. Y la verdad es que es una movida bastante kamikaze, vaya a saber qué estudios habrán hecho para largarse a hacer una cosa de este tipo. Pero este posteo no es para discutir sobre esta decisión editorial, sino de ver una consecuencia de esta determinación que a mí me puso muy contento.
Vuelve Resurrection Man, amigos.
Resurrection Man fue una serie regular publicada por DC Comics desde 1997 hasta 1999, creado por el tandem de Andy Lanning & Dan Abnett, que en su mayor parte tuvo arte de Jackson (Butch) Guice. En estas páginas nos contaron la historia de Mitch Shelley, un tipo bastante particular. ¿Era un superhéroe? Podría decirse que sí, aunque muchas veces no tomaba la dirección heroica. ¿Era algo original? También podría decirse que sí, aunque se podía interpretar como una versión extrema de Dial H for Hero. El tipo iba cambiando de superpoderes, sí, pero no discando sobre ningún artefacto que le otorgase esos dones. Simplemente, para cambiar de poderes… se moría.
Ojo, no era que en sus aventuras (o desventuras, mejor dicho) el tipo se moría a propósito para cambiar sus poderes (aunque alguna vez lo hizo). Ni siquiera tenía la certeza que iba a volver de la muerte. Simplemente, durante algún enfrentamiento o alguna catástrofe inesperada fallecía, y luego resucitaba con un nuevo poder, que desconocía antes de morir y que no elegía tenerlo. La historia de Mitch Shelley era algo así como una road movie: Mitch iba deambulando por Estados Unidos buscando saber más sobre su identidad, su pasado (que había olvidado) y sobre sus poderes adquiridos. Así llega a enfrentarse con distintos personajes, tales como Vandal Savage, las Body Doubles y Hitman, y también hacerse de nuevos amigos e inclusive ser un miembro honorario de la Liga de la Justicia.
Durante el transcurso de su serie, Mitch supo que en el pasado fue un conejillo de indias en experimentos con nanotecnología hechos por una organización llamada El Laboratorio, en los que se probaron ciertos elementos llamados "tectitas". Debido a estos experimentos, tuvo amnesia durante varios meses y realmente se transformó en un ser inmortal, aunque con una peculiaridad: podía llegar a morir pero su muerte iba a durar tan sólo unos segundos - o como mucho minutos - debido a la presencia de esas tectitas en su cuerpo, que inevitablemente lo reanimarían con un poder sobrehumano diferente después de cada "resurrección". A pesar de esta explicación de su “origen”, en la serie un comentario del Phantom Stranger, que menciona haber trabajado con él en vidas anteriores, sugiere que hay algo más que la presencia de las tectitas en la generación de su poder. La mayoría de los lectores se acercaron a este personaje durante el evento DC One Million, en donde se estableció la supervivencia de Shelley y su pertenencia a la Liga en el Siglo 853.
Esta serie fue una serie de culto en su momento. Luego de la cancelación de su serie en 1999, este personaje tuvo breves apariciones en DC Infinite Halloween Special # 1, Supergirl # 28 y en Brightest Day #13. Ahora es uno de los títulos que será relanzado a partir del número 1 en septiembre escrito nuevamente por Abnett & Lanning, bajo una línea que DC ha apodado Dark Side. Y por más que salga en el Lado Oscuro, para mí retomar este personaje fue una idea brillante.
2 comentarios:
Interesante, veremos con que nos sorprenden esta ves en la historia.
Por otra parte, creo que un borrón y cuenta nueva cada tanto esta bien, es ordenar las cosas para luego crear un nuevo universo y volverlas a despelotar.
jeje, parece que los 90 no fueron tan nefastos como dicen por ahí (soy comiquero desde inicio de el nuevo milenio, por eso digo esto)...
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