lunes, mayo 25, 2009

Comentarios azarosos sobre frikis, toallas y virreinatos

Según nos cuenta la benemérita Wikipedia, todo surgió cuando en un foro de internet un usuario que se hacía llamar "El Señor Buebo" planteó el hecho de que cualquier friki pudiera o no denominarse así; y que la sociedad reconozca el deseo y derecho de los frikis y las "actividades" consideradas frikis - como leer comics o jugar a rol - y que no sean despreciadas. Con la creación de este día los frikis deseaban demostrar que no son un grupo minoritario. El Día del Orgullo Friki entonces es una iniciativa popular que intenta reivindicar el derecho a ser friki de cualquier persona que lo desee, y se celebra todos los años el 25 de mayo. Este día se celebró por primera vez en 2006, y esta fecha fue fijada conmemorando el estreno oficial de Star Wars: A New Hope en 1977.

Además, esta fecha coincide con el Día de la Toalla, que se celebra en honor a Douglas Adams el 25 de mayo de cada año a partir de 2001, justo dos semanas después de su muerte. ¿Por qué es el día de la Toalla? Porque ese día los fans llevan una toalla durante todo el día en recuerdo de The Hitchhiker's Guide to the Galaxy (La guía del viajero intergaláctico), la obra más famosa de Adams en donde se recalcaba que todo viajero intergaláctico debe llevar encima siempre una toalla.

Aquí en mi país el 25 de mayo tiene otra connotación: en 1810 un día como hoy sucedió la llamada la Revolución de Mayo. Ante la inestabilidad de España, un grupo de revolucionarios deponen al virrey y organizan la Primera Junta, el primer gobierno autónomo de lo que sería Argentina. De esto ya hacen 199 años, y no me voy a meter en comentarios políticos ni en paralelos evidentes sobre lo que significa ser argentino, ser friki o llevar siempre una toalla con uno. Eso lo dejo para otros blogs o para aquellos que le den una vuelta filosófica más profunda que la que yo podría llegar a darle (jua).

A lo que ibamos realmente en este posteo es a ver, en este día Patrio y día Friki, que es muy dificil ser friki en estas latitudes. En el diario de mayor tirada de este país, el Clarín, publicaron una nota en el Suplemento Si! comentando la realidad presente de los comiqueros en estas pampas y de la crítica situación del comic de superhéroes. Es bueno ver que un medio masivo como este se hace eco de la falta de historietas superheroicas al alcance de toda la gente. Les dejo la nota que publicó el Clarín, redactada por Javier Alcácer:

Y ahora, ¿quién podrá ayudarnos?
Por: Javier Alcácer. Especial para el Suplemento Sí!

Crisis económica mundial. Dengue. Gripe porcina. Estos son los temas que ocupan las primeras planas; sin embargo, hay otra crisis por la que está pasando el país y que lo deja indefenso ante posibles amenazas cósmicas, invasiones de dimensiones paralelas y científicos locos con complejos de superioridad: en la Argentina, los superhéroes agonizan. Mejor dicho: el cómic de superhéroes pasa por su peor momento.

A principios de los '90, toda una generación aprendía a leer con las ediciones locales de cómics (que regalaban quincenalmente momentos inolvidables, como Batman diciendo... "¡las pelotas!") y, uno a uno mediante, se podía acceder a lo que se editaba en los Estados Unidos. Para el 2000, frikis y comiqueros tenían su misa anual: Fantabaires, el festival de la historieta para el cual grandes luminarias del cómic y hasta el mismísimo Adam West (el Batman de la serie sesentosa) bajaban a esta punta del mundo. También se leían historietas nacionales y fanzines que buscaban darle a la Argentina sus propios saltimbanquis justicieros. Hasta el 2001, porque la debacle económica logró aquello que desvela a los archivillanos: terminar con los héroes. Aunque hubo un revival de la historieta (se reeditan algunos clásicos, vuelve Fierro, se multiplican los emprendimientos independientes...), el cómic de superhéroes no salió del coma. Desde entonces, la única manera de leer cómics nuevos es importándolos, lo que es un lujo restrictivo. Para el crítico y coleccionista Juan Manuel Domínguez, el motivo del fracaso es simple: "Si uno no se enganchó con esos códigos del superhéroe de chico, es difícil que le pase de grande". Es más fácil entonces encontrar a los superhéroes en el cine y hasta en la tele (¡Marvel anunció que hará novelas con sus personajes más conocidos!) que en el kiosco de la esquina, donde sí hay dignas ediciones vernáculas de historietas japonesas, cosa que hace diez años era impensable.

Otro indicador de la situación es la segunda edición de Viñetas sueltas, el festival de la historieta orientado al cómic europeo y latinoamericano. En su jugosa programación, el superhéroe brilla por su ausencia. Su curador, Thomas Dassen, un francés que llegó hace siete años para estudiar Historia y se quedó dibujando, dice: "El cómic de superhéroes se vende solo. Tiene la ventaja de ser el género más conocido en casi todas partes del mundo, no creo que necesite de nuestro festival...". Marginado del consumo masivo, a la venta a precios imposibles y anticuado en la era post-papel, el último bastión queda en los foros de Internet donde los fanboys comparten versiones escaneadas de los cuadritos que nunca tendrán en sus manos.

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