Bueno, el jueves me dirigí al cine con muchísimas expectativas para ver Star Trek. Tenía muchas ganas de ver qué es lo que J .J. Abrams había hecho con esta franquicia. Y para ser justo, no escribí esto el viernes para no hacer un posteo a las apuradas, y quería ver si mi primera impresión era pasajera y el recuerdo la envejecía mal...
Nada de eso pasó. La película está buenísima.
Cuando salen los títulos finales y uno extasiado por la experiencia comienza a ver desfilar los nombres de J.J. Abrams, Alex Kurtzman, Damon Lindelof, Roberto Orci, Michael Giacchino, uno se da cuenta que sólo la gente que está detrás de Lost y Fringe pudo haber hecho algo como lo que se ve en pantalla: hacer trascender a los personajes del Universo Trekkie más allá de los actores que los encarnaron reinventando la franquicia sin borrar con el codo lo que pasó en las 10 películas anteriores (y en todas las encarnaciones de series de TV que hubo hasta ahora). Sinceramente, George Lucas debería estar viendo este filme una y otra vez para aprender cómo se hace en este nuevo siglo para filmar una película con personajes instalados en el inconsciente colectivo sin faltarle el respeto al espectador ni ser blasfemo ante sus fanáticos. Ah, y para aprender a filmar batallas en el espacio que sean creíbles.
¿De qué trata la pelicula? Es una película de orígen, pero muy distinta a las que hemos visto antes. Nos cuenta una parte de la vida de Kirk, Spock, Uhura, Sulu, Chekov, Scotty y Bones que no habíamos visto antes, reinventando situaciones y revigorizando la leyenda. Las situaciones fluyen de forma ágil, entretenida, divertida, con un ritmo que jamás tuvo esta franquicia en cine. Abrams hizo algo que es familiar para todos los fanas de esta serie e interesante para aquellos que jamás vieron un solo capítulo. Ya desde el inicio, con un impresionante ataque a la nave U.S.S. Kelvin por parte de una monstruosa nave romulana comandada por un tal Neron, que está buscando al Embajador Spock para hacerlo pagar por su traición... y vemos una imagen holográfica del viejo Spock (o sea, Leonard Nimoy ahora) ya los ojos se nos abren de par en par y caemos en cuenta que vamos a ver algo inesperado... Encima en esos momentos de guerra espacial está naciendo un niño que de viejo será igual a un abogado de Boston Legal.
Es algo como Lost, pero en el espacio... (jua, Lost in space, ¿entienden?)
El casting de este filme es impecable. Majestuoso. Inclusive Winona Ryder aparece en un momento justo. Las palmas de oro se las lleva Zachary Quinto obviamente, encarnando a este joven Spock haciendo que su Sylar pase al recuerdo. Karl Urban haciendo del Doctor McCoy está fabuloso (hizo que yo me olvide la bronca que le tenía generada por las películas Doom y Pathfinder). La cinematografía es fantástica, haciendo posible que uno crea la existencia de esos seres y esos mundos extraterrestres.
Un peliculón de ciencia ficción, amigos.
Un peliculón de ciencia ficción, amigos.
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