Jack of Fables #1-6
de Bill Willingham, Matthew Sturges, Tony Akins y Andrew Pepoy
DC Comics
Fables se ha ganado la reputación de ser “
el Nuevo Sandman”. No sé bien por cual razón siempre hay una tendencia de buscar dentro de la línea
Vertigo al que será “
El Nuevo”:
“el Nuevo Sandman”, “el Nuevo Preacher”, etc. No creo en lo absoluto que
Fables sea como
Sandman. No digo que sea ni mejor ni peor, es otra cosa, es distinto, está muy bien escrito, es muy divertido de leer, y siempre tiene muy buen arte. Es uno de los bastiones de
Vertigo en este momento, y además es una de las pocas series que han aparecido en estos últimos años bajo ese sello editorial de la cual se pueden sacar otras series basadas en personajes propios. Y aquí está la primera de ellas, de la que voy a hablar ahora:
Jack of Fables.
¿Y quién es
Jack? Bueno, es ese
Jack que vos conocés de los cuentos, el que trepó por las habichuelas mágicas, ese que se llamaba
Jack Frost, ese otro que… si amigos, este
Jack es
todos los
Jacks de las Fábulas. Y es una gran estrella de Hollywood. Y como todos sabemos, cuanto más famosa es una
Fábula, es más poderosa. Dificil de olvidar, capaz de soportar los violentos peligros del mundo, capaz de… protagonizar su propia serie. Y si, aquí vamos a seguir las aventuras de
Jack, que se vió obligado a salir huyendo de
Fabletown (por algo sucedido en las páginas de
Fables, cosa que no vamos a explicar acá porque no viene al caso). En la primer historia de esta serie, él es secuestrado y llevado a una desconocida prisión para fábulas que han roto las reglas, y son encerradas allí hasta que son olvidadas por la gente y pierden su magia. Y allí están
Humpty Dumpty y
Mamá Gansa, entre otros. Obviamente que planea un escape inmediatamente, no sin antes meterse en la cama de la psicótica
Ricitos de Oro (esa que se andaba metiendo en la cama con los osos).
De más está decir que lo que hace que uno quede enganchado con esta serie (y por la
Fables original) es la forma en que
Bill Willingham reinventa los cuentos de hadas con humor, unas vueltas de tuerca muy interesantes, y acompañado siempre por buenos artistas. También hay que decir que quienes más disfrutarán de leer esta serie serán aquellos que lean
Fables. Al estar escritas ambas por el mismo autor hay cierta coherencia y homogeneidad entre ambas que hace que un punto cuando uno está leyendo
Jack of Fables se haya olvidado de lo que tiene en manos y piense que está leyendo otra saga de
Fables. Una muy grande.
Ion #1- #9
de Ron Marz, Greg Tocchini, Fernando Pasarin, Tom Grindberg, Paco Diaz, e Yvel Guichet
DC Comics
Bien, vamos por partes. Esta miniserie es una consecuencia directa de los sucesos acontecidos en la
CRISIS INFINITA y en el Especial de la
Guerra Rann/Thanagar. También es una reunión, un regreso al hijo pródigo, ya que
Ron Marz vuelve a escribir al personaje que él creó tiempo atrás:
Kyle Rayner. Solo que ahora no es el único
Linterna Verde en el Universo DC… es más, ya no es ni siquiera uno de ellos. Y
Marz se entrega a pleno a contarnos la nueva epopeya de
Kyle Rayner, un tipo que cuando recién se estaba acostumbrando a convivir con la responsabilidad de ser un
Linterna Verde, se encuentra con que ahora tiene poderes que sobrepasan lo que cualquier
Linterna puede hacer.
En esta serie no vas a saber de dónde
Kyle saca estos poderes (y vuelvo a repetir, para eso hay que ver la
Crisis Infinita), sino que vemos cómo él acepta y entiende cual es su rol en esta nueva configuración del
Universo DC. Y por más que esta serie reboza de la presencia de
Mogo,
Kilowog, los
Guardianes y de varios otros
Linternas, no la catalogaría como una serie más relacionada con ellos. Digamos, los seis primeros capítulos podrían bien ser parte de algún especial de los
Green Lantern Corps, pero luego… aparecen los
Monitores (y digo “los” porque hay más de uno), aparece el
Universo Tangent, y aparece
la Brecha esa que está en el
Universo Wildstorm (en donde navega el cuartel de
Authority), y ahí te das cuenta que esto apunta hacia otro lado, que quizás sea una miniserie “
tapada”, en donde aparece el germen de un
posible nuevo evento, o las claves de un
nuevo Multiverso DC.
El arte de
Greg Tocchini es correcto. En general, la serie tiene un arte correcto excepto en el capítulo en donde
Díaz y
Guichet hacen un
fill-in realmente irregular, con páginas
abominables y páginas
maravillosas (lástima que no se aclare cuál artista hizo qué páginas). Se nota que
Marz quiere a este personaje y logra hacer que el lector se preocupe por el destino de este muchacho, un humano común y corriente que debe tomar decisiones importantes sobre su futuro y el de toda la Humanidad.