viernes, marzo 30, 2007

Lecturas para el fin de semana - Vol. 13

Jack of Fables #1-6
de Bill Willingham, Matthew Sturges, Tony Akins y Andrew Pepoy
DC Comics

Fables se ha ganado la reputación de ser “el Nuevo Sandman”. No sé bien por cual razón siempre hay una tendencia de buscar dentro de la línea Vertigo al que será “El Nuevo”: “el Nuevo Sandman”, “el Nuevo Preacher, etc. No creo en lo absoluto que Fables sea como Sandman. No digo que sea ni mejor ni peor, es otra cosa, es distinto, está muy bien escrito, es muy divertido de leer, y siempre tiene muy buen arte. Es uno de los bastiones de Vertigo en este momento, y además es una de las pocas series que han aparecido en estos últimos años bajo ese sello editorial de la cual se pueden sacar otras series basadas en personajes propios. Y aquí está la primera de ellas, de la que voy a hablar ahora: Jack of Fables.

¿Y quién es Jack? Bueno, es ese Jack que vos conocés de los cuentos, el que trepó por las habichuelas mágicas, ese que se llamaba Jack Frost, ese otro que… si amigos, este Jack es todos los Jacks de las Fábulas. Y es una gran estrella de Hollywood. Y como todos sabemos, cuanto más famosa es una Fábula, es más poderosa. Dificil de olvidar, capaz de soportar los violentos peligros del mundo, capaz de… protagonizar su propia serie. Y si, aquí vamos a seguir las aventuras de Jack, que se vió obligado a salir huyendo de Fabletown (por algo sucedido en las páginas de Fables, cosa que no vamos a explicar acá porque no viene al caso). En la primer historia de esta serie, él es secuestrado y llevado a una desconocida prisión para fábulas que han roto las reglas, y son encerradas allí hasta que son olvidadas por la gente y pierden su magia. Y allí están Humpty Dumpty y Mamá Gansa, entre otros. Obviamente que planea un escape inmediatamente, no sin antes meterse en la cama de la psicótica Ricitos de Oro (esa que se andaba metiendo en la cama con los osos).

De más está decir que lo que hace que uno quede enganchado con esta serie (y por la Fables original) es la forma en que Bill Willingham reinventa los cuentos de hadas con humor, unas vueltas de tuerca muy interesantes, y acompañado siempre por buenos artistas. También hay que decir que quienes más disfrutarán de leer esta serie serán aquellos que lean Fables. Al estar escritas ambas por el mismo autor hay cierta coherencia y homogeneidad entre ambas que hace que un punto cuando uno está leyendo Jack of Fables se haya olvidado de lo que tiene en manos y piense que está leyendo otra saga de Fables. Una muy grande.

Ion #1- #9
de Ron Marz, Greg Tocchini, Fernando Pasarin, Tom Grindberg, Paco Diaz, e Yvel Guichet
DC Comics

Bien, vamos por partes. Esta miniserie es una consecuencia directa de los sucesos acontecidos en la CRISIS INFINITA y en el Especial de la Guerra Rann/Thanagar. También es una reunión, un regreso al hijo pródigo, ya que Ron Marz vuelve a escribir al personaje que él creó tiempo atrás: Kyle Rayner. Solo que ahora no es el único Linterna Verde en el Universo DC… es más, ya no es ni siquiera uno de ellos. Y Marz se entrega a pleno a contarnos la nueva epopeya de Kyle Rayner, un tipo que cuando recién se estaba acostumbrando a convivir con la responsabilidad de ser un Linterna Verde, se encuentra con que ahora tiene poderes que sobrepasan lo que cualquier Linterna puede hacer.

En esta serie no vas a saber de dónde Kyle saca estos poderes (y vuelvo a repetir, para eso hay que ver la Crisis Infinita), sino que vemos cómo él acepta y entiende cual es su rol en esta nueva configuración del Universo DC. Y por más que esta serie reboza de la presencia de Mogo, Kilowog, los Guardianes y de varios otros Linternas, no la catalogaría como una serie más relacionada con ellos. Digamos, los seis primeros capítulos podrían bien ser parte de algún especial de los Green Lantern Corps, pero luego… aparecen los Monitores (y digo “los” porque hay más de uno), aparece el Universo Tangent, y aparece la Brecha esa que está en el Universo Wildstorm (en donde navega el cuartel de Authority), y ahí te das cuenta que esto apunta hacia otro lado, que quizás sea una miniserie “tapada”, en donde aparece el germen de un posible nuevo evento, o las claves de un nuevo Multiverso DC.

El arte de Greg Tocchini es correcto. En general, la serie tiene un arte correcto excepto en el capítulo en donde Díaz y Guichet hacen un fill-in realmente irregular, con páginas abominables y páginas maravillosas (lástima que no se aclare cuál artista hizo qué páginas). Se nota que Marz quiere a este personaje y logra hacer que el lector se preocupe por el destino de este muchacho, un humano común y corriente que debe tomar decisiones importantes sobre su futuro y el de toda la Humanidad.

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