Y bueno, llegó el día y fui al cine a ver Dragonball: Evolución. Gracias a la internet todos ya sabíamos de antemano que esta película no iba a ser la adaptación fiel del popular manga/animé, sino que una versión norteamericanizada del mismo. La Mondoencuesta hecha la semana pasada reveló que el 70% de los encuestados no iría a verla, pero yo me dije "Si fui al cine a ver una película en donde Catwoman era una negra en tacos altos que heredaba poderes egipcios místicos, cómo no voy a ir a ver qué adaptaron de Dragonball", así que esa fue mi motivación para ir. Al igual que en la película "The spirit", la adaptación es realmente una deformación. Goku es un chico que vive con su abuelo, quien le enseña algunos movimientos exóticos de artes marciales, y es discriminado por sus compañeros de curso. El Maestro Roshi es un cincuentón que vaya a saber porqué fue quien le enseñó artes marciales al viejo abuelo de Goku, y tiene guardada una revista tipo Maxim en un cajón. Piccolo es un cabezón verde que se escapó de los Power Rangers. Ah, y si aprendiste bien los movimientos de las artes marciales, con un kame hame ha podés prender y apagar velas o resucitar muertos. Dejando esto de lado, tiene efectos especiales bastante buenos (nada del otro mundo pero están bien). Las peleas, que no son muchas, están bien coreografiadas y son entretenidas. Si les soy sincero, por su corta duración logra no aburrir (aunque su desarrollo sea rápido y forzado - je, esto suena a algo con Vin Diesel) sin llegar a tener la onda suficiente como para entrar en el Olimpo de las películas bizarras que tanto uno ama ver de vez en cuando. La mayor sorpresa la tuve al final al leer los créditos, cuando me percaté que esta película había sido dirigida por James Wong (director de Destino final y The one) y producida por Stephen Chow (el de Kung Fu Hustle y Shaolin Soccer)...
BATMAN HIJO PRÓDIGO tomo 2: ENFRENTAR O REPELER EL MIEDO
Hace 21 horas.
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