Vos tenés la palabra - Capítulo 5: La' yume' num t'ox muk' il in ti'al

Hoy es miércoles, y alguien tomó la palabra. Este nuevo capítulo de Vos tenés la palabra trae una interesante reseña de un comic independiente mexicano que viene apareciendo desde hace décadas, según nos cuenta nuestro Mondoamigo Cutberto. Conozcamos a Karmatrón, y a opinar luego en los comentarios. Y ya saben... si tienen alguna reseña comiquera para compartir, los miércoles vos tenés la palabra:

La' yume' num t'ox muk' il in ti'al
por Cutberto Gonzalez Perez

Asi podriamos iniciar y nombrar por que no este reportaje acerca de pésele a quien le pese el primer comic mexicano independiente y que inicio algo hace 23 años que hoy nadie puede parar.

Karmatrón y los Transformables es un cómic mexicano creado por Oscar González Loyo, en el año de 1979, pero publicado hasta 1986; una segunda edición comenzó a publicarse en el 2002 y aun continua. El comic fue un éxito entre los niños y jóvenes mexicanos y trataba temas espirituales y esotéricos a través de una perspectiva sencilla, que lo hacía muy accesible para todo público. La trama de éste comic tiene elementos de ciencia ficción (en especial de ópera espacial), aventuras, drama, fantasía, humor y amor. Esta saga aborda temas y elementos tales como mitología de civilizaciones antiguas, robots gigantes, naves espaciales, aventuras intergalácticas , magia y seres mágicos.

El protagonista principal de esta historia es Zacek (Estrella Blanca, en maya), el emperador de los Zuyua y el poseedor del Kalpé-Om, un cinturón que le permite transformarse en el poderoso Karmatrón.

Karmatrón, un coloso de 100 metros de altura protegido con una armadura mística, defendía el universo de las fuerzas del tiránico emperador Asura del Planeta Metnal y del Amo de las Tinieblas, y contaba con la ayuda de los Guerreros Kundalini y de los nobles Guerreros Estelares, poderosos robots con sentimientos; también conocidos como los Transformables.

Pero vamos cualquiera puede buscar esto en el blog oficial, ¿qué lo hacía tan genial?, bueno podria ser el hecho que incluia una historia ubicada fuera de nuestra galaxia o que incluia robots transformables o combinaba magistralmente todo esto en una historia auténtica, como ejemplar de regalo en una historieta de "El Santo". Aún recuerdo la sensación de haberlo leído por primera vez y esperar ansioso la siguiente semana para su publicación. Sí, así es, una semana. Pocos comics actuales tienen ese ritmo frenético de publicacion, hasta aquel trágico numero 298 donde sin más dejo de publicarse, dejando la historia sin terminar.

Hace poco tuve la oportunidad de hacerme con la nueva edición: un formato de Novela gráfica, la cual recomiendo ampliamente, en la que el autor continua hablando de mensajes tan sencillos como el amor, la amistad y la continua lucha de nuestro interior contra el mal, con una calidad implecable en cada hoja y unos trazos únicos. Oscar intenta meternos de lleno a la aventura, con personajes únicos e intrañables como Jiva la mascota con la capacidad de hablar todo al revés (literalmente o etnemlaretil); Roby, el primer robot creado por Zacek en su niñez; Azura, la personificación de todo lo malo; los guías de El bien y El mal: el gran maestro Kanatek y el Amo de las Tinieblas respectivamente.

Fue llevándonos por rincones lejanos del universo hasta llegar a nuestro sistema solar, en nuestro mismo planeta, en donde por desgracia terminó de publicarse la historia, con momentos épicos para recordar hasta situaciones de gozo y risa. Es una historia que te lleva de la mano a través de la historia, y te hace comprender muchos aspectos que no contemplabas. No era sólo una revista, era más que eso, era una guía de espiritualidad adornada con grandes dibujos que te hacian amena la lectura.

Podría continuar hablando del tema, solo puedo terminar diciendo que la recomiendo ampliamente y que pueden darle una oportunidad leyendo de manera digital de manera gratuita y en forma online en la pagina oficial de la editorial los tomos de la era clásica.

Que el gran espiritu los acompañe.