viernes, enero 22, 2010

Esta semana en la Noche más Negra – Parte 25

Llegamos al resumen número 25 de lo que va aconteciendo semana a semana en La Noche Más Negra, y esta es una de las semanas más esperadas de este enero, amigos. Salió una de las series regulares más importantes dentro del evento, un capítulo más de una miniserie y dos series resucitadas que darán que hablar. Vamos a lo concreto…

Las miniseries relacionadas con el evento que aparecieron en la primera tanda (Batman, Superman, Titans) tuvieron una característica en común. Parecía que cumplían esa receta de las que hablábamos en resúmenes anteriores: se aparece un Linterna Negro ante un ser querido buscando venganza, y los héroes deben enfrentarlo. Las que vinieron en esta segunda tanda son diferentes, como que cumplen otra función desarrollando más determinadas situaciones o reacciones de personajes ante la hecatombe sucedida en las páginas de la miniserie central. Al menos eso ha pasado con Wonder Woman, y pasa esta semana con Flash. En este segundo capítulo de la miniserie de Flash, vemos que Johns y Kolins le dedican igual cantidad de tiempo al motín de los Rogues en la penitenciaría de Iron Heights y al reclutamiento de Barry Allen dentro de los Blue Lantern Corps. Los Rogues muestran actitudes semejantes a las ya vistas en la mini Final Crisis: Rogues’ revenge (que ya fue editada en español y llegó a comiquerías argentinas), por lo que esta parte del relato no trae demasiadas novedades.
Sí hay pura acción, pero nadie se va a sorprender al reafirmarse que tal o cual Rogue es un traidor. Lo que sí sorprende y atrapa es ver a Barry actuando como Linterna Azul. Aquí Johns explora un poco el por qué Barry recibe el anillo, por qué para Barrytodo saldrá bien”, y cómo enfrenta a sus Linternas Negros queridos. El arte de Kolins está muy bien en la parte de los Rogues (quizás esto me pase por la costumbre de verlos así), pero en la parte de los Linternas Azules hubiera preferido un poco más de “limpieza” en el arte.

Las series resucitadas de esta semana son dos pesos pesados. Hablemos primero del "Phantom Stranger". Esta serie terminó en 1976, y renació este mes con su número # 41. Aquí parece que Peter Tomasi se tomó el trabajo de hacer que haya cierta coherencia en el tono narrativo entre aquella vieja serie cancelada y este renacimiento. A su vez se engancha perfectamente con la miniserie principal, introduciéndose en esa lucha en el cementerio del Fantasma junto al Blue Devil contra el Linterna Negro del Espectro. Esta tremenda lucha (o exorcismo) es tan impactante como extraña, haciendo que uno quede un poco confundido (pero en el buen sentido) al ver su resolución (que evidentemente producirá daños colaterales por otra parte del DCU).
No sólo esto se ve en este número sino también se resuelve el asunto del cadáver de Boston Brand (Deadman). Hay un buen equilibrio entre las bromas alegres de Deadman y Blue Devil con el tremendo poder mortal del Linterna Negro Espectro y la soberbia y complicada mística del Phantom Stranger. El arte es muy bueno, sobre todo en las partes en las que aparece Deadman. Esta es para mí una resurrección positiva en varios sentidos, amigos.

La otra que resucitó fue “Starman”. Creo que fuimos varios los que tuvimos algo de miedo al comenzar a leer estas páginas, ya que gracias a la (poca) calidad del material que está escribiendo James Robinson para DC en estos tiempos uno temía que este capítulo resucitado no estuviera a la altura de los gloriosos 80 capítulos de una de las mejores series de los años noventa. Bien, quizás este capítulo no merezca estar junto a los recopilatorios de la serie, pero merece la pena ser leído, aunque sea sólo por la oportunidad de leer nuevo material de Robinson sobre Shade y Hope O'Dare. “Starman # 81” sigue el patrón familiar de La Noche Más Negra, con la presentación de un personaje muerto que se transforma en Linterna Negro que a continuación ataca a sus antiguos aliados y seres queridos, antes de ser finalmente derrotado.
Pero lo bueno aquí es que Robinson utiliza esto para explorar el romance prohibido entre Shade y Hope mientras el Linterna Negro David Knight destruye el Departamento de Policía de Opal City. De más está decir que nadie escribe a estos personajes como el mismísimo Robinson, que es un placer enorme volver a ver el encanto y la seducción de Shade en las páginas de un comic, y que la forma en que chocan la oscuridad de los Linternas Negros con las sombras de Shade es apoteótica. Si faltaba algo para que uno termine de emocionarse, está el arte. Fernando Dagnino es quien hace los lápices de esta obra, pero hay que darle todo el mérito al gran Bill Sienkiewicz por su entintado. Esto es lo que hace grande a este capítulo. Sienkiewicz se adueña de los interiores de Dagnino (casi haciéndolo desaparecer) y nos entrega una visión pura llena de acción y elementos macabros que no hacen más que maravillar al lector.

También apareció un nuevo capítulo de Green Lantern Corps (el #44), y así como antes vimos adueñarse del capítulo a varios de los Miembros del cuerpo, esta vez este es el capítulo de Mogo. Todos aquellos a los que les parecía una locura tener a un planeta entero como Linterna Verde deben tomar este comic y leerlo para entender lo importante e imprescindible que es este Linterna en el Universo. Si fuera poco, también tenemos miles de Linternas Negros enardecidos en Oa, a Guy Gardner hecho un Linterna Rojo y a Kyle Rayner resucitado tratando de frenar la conversión que está sufriendo su amigo. Este es otro capítulo en el que cada página es importante. Tiene tantos momentos decisivos dentro del evento de la Noche Más Negra que a veces conviene volver para atrás y releer lo que está pasando realmente.
Ya estamos acostumbrados a que Patrick Gleason nos otorgue momentos cinematográficamente impactantes en estas páginas, y este capítulo no decepciona en lo absoluto. Es más, la escena final es tan genial que sólo puede funcionar en un comic. Si leyéramos un libro no imaginaríamos la conversación de Mogo tal cual se ve aquí; si fuera una serie de televisión Guy Gardner no se vería tan sacado; si fuera una película de cine la destrucción de Oa no sería tan imponente y conmovedora a la vez. Esto es un verdadero comic de acción. Tomasi entró en el Olimpo de mis escritores preferidos, amigos. Imperdible.

0 comentarios: