viernes, agosto 01, 2008

Momias eran las de antes

Anoche me hice una escapada al cine para ver el estreno comiquero fuerte de esta semana (parece que este año tenemos uno de estos por semana, ¿no?), que no es otro que La momia: La tumba del Emperador Dragón.

Esta película es la tercera en la saga moderna de "las momias", o mejor dicho, la tercera aventura de la familia O'Connell en su búsqueda arqueológica de tesoros del pasado. Si me apuran a decir qué me pareció este filme, les digo que en cierta forma no defrauda porque era lo esperado. Teniendo en cuenta el cambio de director y el cambio de protagonista femenina, los resultados no podían ser mejor que los que se ven en pantalla.

Voy a tratar de explicarme mejor: Lo que hizo que La Momia tuviera el éxito que tuvo fue el haber sido una poderosa película pochoclera de aventuras que continuamente parecía tomarse el pelo a sí misma, mezclando los climas de "Indiana Jones y el templo de la perdición" y de una buena película de zombies clase B via unos buenos efectos especiales, y que incluso podía llegar a ser vista (y disfrutada) por toda la familia. Ya "La momia regresa" perdió un poco de ese clima pochoclero, supongo que debido a un guión bastante esforzado y por momentos traído de los pelos, pero se la bancaba bastante. Esta tercera parte no está dirigida por Stephen Sommers (director de las dos anteriores) sino que está dirigida por Rob Cohen (director de - y tomen nota - Stealth, xXx, Rápido y furioso, Daylight, y Corazón de dragón), así que teniendo en cuenta los antecedentes de este director, se puede ver que el concepto de cine pochoclero que tiene es distinto. No digo ni mejor ni peor: distinto. Como que se toma más en serio lo que pone en pantalla, aunque sea el bolazo más grande de la historia. Obviamente eso se nota en esta Momia 3, no tiene ese aroma a pochoclo divertido que tanto disfrutamos anteriormente.

A esto hay que sumarle un cambio fundamental en el elenco, al personaje que antes encarnaba Rachel Weisz ahora lo encarna Maria Bello. Maria Bello es una de mis actrices de más de treinta preferidas, siempre sólida y convincente en sus roles, se la ve en todos sus papeles como una mina de carácter. Y esto en el entorno de la Momia le juega desgraciadamente en contra. Uno está acostumbrado a ver la frágil belleza de la Weisz enfrentando a espadazos a egipcios de ultratumba, dudando de que pueda llegar a vencerlos, y acá nos encontramos con que uno está completamente convencido que la Bello les puede dar un buena paliza a los chinos de terracota sin dudarlo. Y encima, nunca durante toda la película me pude creer la pareja entre la Bello y Brendan Fraser.

Pero, a pesar de todo esto, la película no defrauda como les decía antes. Era de esperar que tuviera otro tono y que la Weisz iba a ser extrañada. Aún así divierte bastante, y está buenísimo ver esa historia de la China Antigua de ese Emperador maligno que construyó la Gran Muralla sobre los cadáveres de sus enemigos, que mediante un hechizo fue convertido en estatua de terracota (junto a su numeroso ejército). Los efectos especiales son realmente muy buenos, destacándose la presencia de los Yetis (si, están los Abominables Hombres de las Nieves) interactuando de manera natural con los actores de carne y hueso de una forma espectacular, y la batalla entre soldados de terracota y zombies chinos (una genialidad).

Una cosa por la que también va a ser recordada esta película es por haber juntado en una mega-producción occidental a Jet Li con Michelle Yeoh, dos exponentes máximos del cine de artes marciales. Todo el mundo espera la lucha entre estos dos enemigos mortales... y cuando se enfrentan la pelea dura menos de un minuto. Un pecado del director.

Para meter a la Momia dentro de la tanda de estrenos impresionantes que tuvo este año, viene después de DARK KNIGHT, IRON MAN, EL INCREIBLE HULK, WALL-E, METEORO y KUNG FU PANDA pero antes de VIAJE AL CENTRO DE LA TIERRA, SUPERAGENTE 86 y HANCOCK.

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