Bueno Mondoamigos, es momento de hablar de cine otra vez. Esta semana llegaron a las pantallas de este país dos de esos estrenos esperados por nosotros, los comiqueros y amantes de la ciencia ficción. Y justo esos dos estrenos eran las dos películas de este año que nadie esperaba que se estrenaran y causan ciertamente más incógnitas que excitación en estos momentos. Al momento de ver cuál veía primero me dejé llevar por lo que quiso la mayoría de mis amistades (porque soy de los que voy al cine en patota) y me fui a reencontrar con dos viejos y conocidos ex-agentes del FBI: Fox Mulder y Dana Scully.
A diez años de la anterior película para cine y a seis años de la conclusión de la serie televisiva nos encontramos con otra entrega más de Los Expedientes Secretos X que llega a la pantalla grande, como colándose entre tanto blockbuster que apareció este año. ¿Y con qué nos encontramos? Sin más ni menos que con un capítulo doble que se podría haber colado, digamos, en la cuarta temporada, en donde Mulder y Scully usan la ayuda de un sacerdote pedófilo que ve visiones (si amigos, así como lo oyen) para resolver la desaparición de varias mujeres en una zona rural de Virginia. Ojo, cuando digo que se podría haber colado en la cuarta temporada no digo que esta investigación pertenece al pasado de esta pareja, pues aquí nos enteramos cómo están ambos y a qué se dedican ahora que han dejado el FBI. Digo que podía pertenecer a una temporada porque en todo momento uno tiene la sensación de estar viendo la tele pero en grande. No hay el más mínimo efecto especial, no hay demasiada acción (tiene el ritmo que tuvo la serie la mayoría del tiempo), y si no fuera porque Scully tiene el pelo largo y ambos están un poco más arrugados, uno diría que esto fue filmado hace diez años y fue guardado en un cajón hasta ahora. Si me permiten el paralelo, es lo mismo que pasa cuando ves Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal: parece que fue filmado mucho tiempo atrás, cuando se filmaba distinto, y ahora parece que atrasa un poco.
¿Cuál es el mayor misterio de este nuevo Expediente? Bueno... para mí no es lo que se cuenta en la pantalla sino por qué llevaron esto a la pantalla grande. ¿Dinero? ¿Ganas de impulsar nuevamente las carreras artísticas de Anderson y Duchovny? ¿Necesidad artística de Chris Carter? No lo sé... Misterio (y acá se escucha la musiquita tu tú tu tu tu tuuuuú....). No hay rastros del Cáncer Negro, ni de extraterrestre alguno, ni de nada demasiado paranormal. Lo que sí está es el "esperado" beso entre Mulder y Scully, que es menos caliente que un beso entre un jarrón de porcelana y una viga de concreto.
Obvio que si te gustaban los X-Files esto te va a gustar, pero posiblemente te vaya a dejar con ganas de más. Bah, más que posiblemente, seguro. Se llama Los Expedientes Secretos X: Quiero creer. Y quiero creer que si hay próxima, se jueguen un poco más con lo que hacen.
Antílopes
Hace 11 horas.
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