Las otras tardes yendo a la comiquería me encontré con que la editorial Domus había sacado una miniserie de dos partes titulada Secundaria de Superhéroes. Desde la portada de estas dos revistas se veía a un grupo de jóvenes con poderes listos para la acción. Obviamente, siendo yo un tipo al que le gusta leer material superheroico, me atrajo esto. Además, hace rato que no veía en bateas algún material original y autóctono de este género. Por lo tanto me llevé las dos revistas y me las leí.

Acá voy a hacer un parate, porque más de uno ya debe estar pensando en tributos, homenajes o simples choreos. Si a un comiquero se le habla de una escuela de enseñanza especializada para Superheroes, se le vienen a la cabeza inmediatamente los X-men. Si se les habla de un grupo de descendientes de ellos, se les viene rápidamente la imagen de los Titanes o de lo que está sucediendo en estos mismos momentos en las páginas de la Justice Society. Pero amigos, hay que abrir la capocheta: ¿después de Kirby, quién fue original en los comics? Todo es cuestión de reformular y saber contar una buena historia. Así pues, que todo suene tan parecido a cosas ya conocidas anteriormente, de primera no me preocupa. Lo importante es ver si el material nuevo logra evitar y borrar los fantasmas de lo anterior de la mente de los lectores.
Debo ser sincero, y decir que no lo logra.
Aclaro, no estoy diciendo que este material sea malo en lo absoluto. A lo que voy es lo siguiente: no parece tener entidad propia. Las portadas hacen recordar mucho a los Teen Titans de ahora, los uniformes son muy semejantes a algunos ya conocidos (hay uno calcado al del Midnighter, hay uno semejante al de Red Arrow...), la historia sobre un crimen dentro de la escuela a decir verdad no es de lo más original y no llega a intrigar del todo al lector. Claro, uno debe pensar que las pocas páginas que tuvieron para desarrollar la historia no son suficientes como hacer que el lector conozca y forme un fuerte vínculo con los personajes como para preocuparse por ellos. Pero bueh, es lo que me pasó a mí al leerlo.

Con respecto al arte, Solar hace un buen trabajo, pero se le reconoce demasiado la influencia de Carlos Meglia en sus dibujos (algún amigo mío diría que es lisa y llanamente un clon). Da la sensación que debería soltarse más y conseguir una identidad propia, para ayudar a que las historias que cuenta adquieran por sí mismas su propia identidad. Y como diría otro amigo mío, para clones de Meglia ya está Ramos (ja!).
Resumiendo: Un primer esfuerzo que aunque no llegó a colmar mis expectativas, hace que me quede esperando por próximas colaboraciones entre Torres y Solar.
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