No es la primera vez que material de este artista aparece publicado en este país. Ya habíamos visto algo de su obra en la revista Suda Mery K.! 4 (de la misma editorial). Brun surgió de la escena underground de Lyon(Francia), allá por los noventas haciendo murales y tocando en la banda hardcore trash Coche Bomba. Luego de publicar historias cortas en varias publicaciones y dibujar algo de comics porno, trabajó junto a Lionel Tran en 'Otaku' en 2003. Lowlife recopila las historias cortas en blanco y negro que Brun creó entre 1996 y 2004.
Yendo página a página podemos observar una pluralidad de estilos, simultáneamente variados y coherentes, duros y por momento violentos. Nos propone una mirada sin compromiso sobre las consecuencias de las políticas económicas y sociales contemporáneas, y debido a la ausencia de toda moral y todo juicio podríamos pensar que Brun tiene una visión anarquista y romántica de la realidad que nos toca vivir. La fuerza y la originalidad de su talento yacen en la construcción de sus relatos que van mostrando distintas visiones de situaciones a primera vista insignificantes, extraídas de diferentes contextos sociales de nuestra realidad, formando así una ficción crítica en cada una de sus imágenes. Algo digno de destacar es cómo utiliza señales y detalles geográficos de forma tal que nunca podemos situar el lugar de la acción. Todos los personajes transitan por lugares indeterminados, y al mezclarse los entornos se crea una representación metafórica en donde la miseria general de la humanidad se transforma para el lector en una gran desilusión planetaria.
Ciertamente, Lowlife no cuenta nada que no sepamos de antes. Lo interesante es la forma en que lo cuenta, y allí reside lo destacable de esta obra. La edición local es realmente muy buena, de 76 páginas en blanco y negro. Si te interesa este tipo de obras con contenido crítico y social, echale un vistazo.
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