Resulta que un japonés está solicitando la legalización del matrimonio entre los seres humanos y los personajes de manga porque quiere casarse con una chica de animé... o sea, dibujada. Por esto Taichi Takashita (el ponja en cuestión) lanzó en internet una campaña para reunir firmas. Su meta es juntar un millón de ellas para poder presentar al gobierno la petición de la legalización de las uniones con personajes bidimensionales. En una semana reunió más de 1.226 firmas. "Ya no nos interesamos por el mundo tridimensional" señaló. Ni bien la ley lo permita, tiene previsto contraer matrimonio con la chica animé Mikuru Asahina. ¿Y quién es esta Mikuru? Es la protagonista de Suzumiya Haruhi no Yūutsu. Mirala vos mismo:
Si, si, ya te diste cuenta lo que le vió este ponja a esta chica. Es hiperdelgada, provocadora, y de grandes aspiraciones. Como muchas otras, en un principio apareció como la heroína de un animé, luego se transformó en personaje de comic (manga). El muchacho Takashita se siente más cómodo en el mundo bidimensional que en el real (un psiquiatra por acá, por favor). Si pudiera, él mismo se trasladaría al universo de los comics, pero dado que eso es imposible con la evolución tecnológica actual, solicita que al menos se legalicen los matrimonios con los personajes de comic.
El grave asunto es que nadie le preguntó a la Mikuru si querría casarse con el individuo este. ¿Nadie lucha por los derechos humanos de los comics? Por favor...
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