Acaba de estrenarse Hancock, la última película de Will Smith (y es la última no por que no piense hacer más sino porque es simplemente la última en llegar) que fue pensada como un estreno taquillero para estas fechas. En teoría tiene todo lo que la gente parece disfrutar en estos tiempos: acción, comedia, buenos efectos especiales, y al mismísimo Will Smith. Pero le faltó una simple y sencilla cosa para ser una de las que disfruta el público: decidirse por qué tipo de película ser.
Ya desde los avances esto parecía ser una buena comedia. Hancock es un superhéroe establecido que realmente es un bueno para nada. Vive todo el tiempo borracho, la gente lo detesta, y su manera de resolver los crímenes es más dañina que los crímenes en sí mismos. Y el filme comienza en ese tenor, mostrando lo que suponíamos que fuimos a ver: mucha acción, descontrol, y a Will Smith tratando de hacer creíble y bastante mesurado a un personaje digno de una comedia disparatada. Claro, no parecía raro que apareciera una película así, ya que unos años atrás ya Hollywood había coqueteado mezclando comedia con el género de Superhéroes en Mi Super Ex-Novia. Así que nos relajamos y nos entregamos a la risa.
Aparece Charlize Theron. No recuerdo haberla visto antes en ninguna comedia a esta bella sudafricana (al menos en ninguna rememorable, las de Woody Allen no cuentan). ¿Y saben por qué tampoco la recordaremos actuar en ninguna comedia hasta ahora? ¡Porque Hancock no es una comedia! De golpe y porrazo (literalmente) este filme se transforma en una película con un tono oscuro, bastante dramático, que nos deja sorprendidos sin saber qué pensar. Los personajes desde la mitad de la película en adelante dejan de actuar como lo venían haciendo. Will Smith comienza a actuar como si siguiera estando en Soy Leyenda. Las situaciones se van espesando y en ningún momento aparece ese supervillano esperado para enfrentar a "nuestro ídolo" sino que debe luchar contra su inevitable destino mortal... Epa, esto no es lo que yo pretendo ver en una película pochoclera, amigos. Y así en un momento, puf, termina. No digo que termine sin desarrollar por completo lo que quería contar, sino que termina porque es cortita, apenas hora y media que parecen más cortas debido a ese cambio de tono que se da en el desarrollo de la historia.
Capaz que si esta película hubiera sido estrenada en otro año hubiese tenido mejor suerte o mejor consideración que la que tendrá (ya estoy leyendo algunas críticas que la están matando). No es un filme malo, de hecho es mucho mejor que la ya mencionada Mi Super Ex-Novia, pero en el año de Iron Man y El Caballero de la Noche, una de superhéroes como ésta se lleva todas las de perder. Una pena.
0 comentarios:
Publicar un comentario