viernes, abril 20, 2007

Lecturas para el fin de semana - Vol. 15

Superman and Batman versus Aliens and Predator
de Mark Schultz y Ariel Olivetti
DC Comics

Este tipo de historias en donde los íconos de una editorial se cruzan con los íconos de otra suelen ser bastante difíciles de realizar. Quiero decir, no debe ser fácil estar en la piel de un escritor al que contratan para realizar semejante historia, en donde todos los personajes deben quedar en una posición casi como ganadores y no perder esa esencia que los hizo favoritos del público. En este caso, ya se habían realizado encuentros de a pares en el pasado (Superman vs Aliens, Batman vs Aliens, Superman vs Predator, Batman vs Predator), pero todavía no se habían juntado todos en un mismo libro. Bueno, este parece ser el momento apropiado. ¿Y qué cuenta la historia? Resulta que un equipo de científicos desaparecen cuando están investigando un volcán, y a Clark Kent le asignan cubrir la historia para el Daily Planet. Paralelamente, en Gotham, mientras Batman está investigando a la mafia, se encuentra con unos viejos conocidos extraterrestres. Esto hace que el dúo de Supes y Batman se encuentre en los Andes y descubra que hay un grupo de depredadores, totalmente autónomos, viviendo debajo de las montañas. Estas criaturas están enfrentando un posible riesgo de extinción debido a que el volcán donde viven se ha activado, y hace que nuestros superamigos se encuentren frente al dilema moral de decidir si los ayudan o los dejan morir. Ah, los depredadores crían aliens para practicar cacerías. Hay un par de frases que me vienen a la cabeza en este momento: una es “Muchos tigres en un plato hacen mucho garabato”, y la otra es “El que mucho abarca, poco aprieta”. .. En esta historia, los que llevan las de perder son los aliens, que aparecen más como elemento decorativo que como amenaza letal. Y los que ganan en la narración son los depredadores, porque se los muestra como una cultura diferente, noble, y anti-heroica. Y cuando aparecen Superman y Batman, los diálogos rayan en la obviedad y no se ve demasiada química entre ellos. En ningún momento se siente una amenaza palpable sobre ninguno de los personajes, la historia va transcurriendo hasta que se termina el primer prestige, y luego sigue en el segundo hasta que se terminan las hojas. Digamos que entretiene algo, pero no le va a cambiar la vida a nadie el leer esto. Agreguémosle a esto el arte de Olivetti. Acá quizás muchos discrepen con lo que voy a decir, pero Olivetti como ilustrador de portadas me parece muy bueno, pero al trasladar ese arte pulido, asombroso, redondeado, colorido y tridimensional adentro de la historieta, la cosa se vuelve un poco anestesiada, aséptica y estéril. Por ejemplo, un alien es un ser que debería verse sórdido, sucio, peligroso, y nunca jamás brillante, como de goma, y limpio. Para terminar, el que busque acción, frenesí, intensidad, y suspenso en donde aparecen los aliens o los depredadores… que vaya al video y se alquile de nuevo alguna de sus pelis. Al que le alcance con leer una historia anecdótica que te hace pasar un rato, esto viene bien. (En su defensa digo que hay crossovers muchísimo peores, como Witchblade/Darkness/Aliens/Predators)

Hawkgirl #50 a #59
de Walter Simonson, Howard Chaykin y Renato Arlem.
DC Comics

La cosa viene por este lado: después de la Crisis Infinita, la serie regular de Hawkman se transforma en la serie regular de Hawkgirl. Esto se debió al status de Hawkman luego de la Crisis, o a algún estudio de mercado que han hecho en DC que dio como resultado que la Chica Halcón es ahora más popular que su contraparte masculina gracias a la serie animada de la Liga entre otras cosas. O sea, cuando la serie se vuelve parte del evento Un Año Después, vemos a Kendra protagonizando el título preocupada por Hawkman y su paradero desde la Crisis. Las historias que narra Walter Simonson en estos diez números son entretenidas, nada del otro mundo, gratas para ser leídas… pero hay algo fundamental que diferencia a la primera mitad de la segunda: el arte. Howard Chaykin no fue la mejor elección para dibujar a Hawkgirl, a menudo en estas páginas el arte juega en contra del título porque uno no se siente enganchado como para seguir leyéndolo. Luego la cosa cambia notablemente cuando entra a dibujar Renato Arlem, que parece estar como pez en el agua dibujando esta serie… pero la herida ya fue mortal. ¿Cómo es eso? DC ha anunciado que esta serie llega a su final en el número 66. (Ah, luego del capítulo 59 hay un cruce con la serie JSA Classified para ver la vuelta del Hombre Halcón. Ya veremos como sigue eso).

Birds of Prey #100
de Gail Simone y Nicola Scott.
DC Comics

Este título ha llegado a un punto al que muchos de los comics de hoy en día no suelen llegar: el número 100 de la historia. Por eso este capítulo es una edición especial, en el que la escritora Gail Simone optó inteligentemente por hacerlo accesible a nuevos lectores. Aquí vemos que Barbara Gordon, alias Oracle, emprende una nueva búsqueda de compañeras en la lucha contra el crimen, ya que su gran amiga Canario Negro ha decidido dejar de ser un Ave de Presa (Y claro, ahora va a estar en la JLA). Oracle tiene una nueva misión en una cárcel mexicana, y sus nuevas socias son realmente inesperadas (al menos para mí). El arte de Nicola Scott es claro, brillante, y de los esperables para un título de super héroes. Nada demasiado destacable, pero es bueno. Esta es una de las series mensuales más disfrutables y regulares del DCU, y vale la pena ser leída.


Shazam! The Monster Society Of Evil
de Jeff Smith
DC Comics

Esto es algo decididamente recomendable para todos los públicos – adultos, niños y lo que haya en el medio. El Shazam de Jeff Smith vale toda la espera que hemos sufrido hasta su aparición. Sólo tiene una cosa en contra, y es que uno no puede evitar comparar este trabajo con Bone, el trabajo cumbre (hasta ahora) de Smith. Pero este es un comic lleno de nostalgia, alegría e inocencia, como el personaje protagonista lo requiere. Aquí Billy Batson no tiene más de ocho años, y Jeff Smith ha acertado con la calidad infantil del héroe perfectamente. El arte, su historia, su diálogo, el ritmo de narración, todo refleja la edad del héroe, el pequeño Billy Batson. Un pequeño resumen: Luego de encontrarse con el Mago Shazam y heredar su manto, Smith nos muestra al Capitán Marvel y a Billy como dos personalidades separadas, marcando la raíz divina del Queso Rojo. Y de pronto, Billy y Marvel se encuentran luchando contra una invasión de cocodrilos parlantes mientras Billy busca a su hermana perdida Mary. Gran historia, gran arte. Es pura diversión inocente, conmovedora. Y hacía rato que no había algo como esto.

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