Resulta que cuando un grupo de profesionales médicos que iba a (o venía de) una fiesta de disfraces se detuvo en el café On Tap. Entre ellos, un señor de apellido Adamcik disfrazado del Capi tenía un burrito relleno debajo de la cintura de su traje (o sea, en la zona de… me entendés, ¿no?) y empezó a encarar mujeres preguntándoles si deseaban tocárselo. Hasta ahí suena gracioso... o más o menos. Pero cuando una lo rechazó, el tipo se puso como loco, sacó el burrito para afuera y se lo quiso refregar.
Lógicamente la mujer llamó a la policía y cuando llegaron los oficiales pusieron en su informe que “allí habían tantos personajes de comics en el bar en ese momento, que detuvieron a todos los Capitanes América para hacer una identificación posible.”
Pero esto no es todo, amigos. La mujer reconoció a Adamcik y el burrito fue encontrado en su bota. Se lo llevaron a la comisaría, y allí, mientras estaba en una celda pidió usar el baño y trató de tirar un porrito por el inodoro, también oculto en sus calzas azules.
El pobre Steve Rogers debe estar retorciéndose en su tumba comiquera en estos momentos. ¿O este será un Capi más acorde a los tiempos que estamos viviendo?
0 comentarios:
Publicar un comentario