domingo, octubre 04, 2009

La herencia del coronel

Bien, hace unas semanas atrás nos hacíamos eco que muchas de las historias que salieron serializadas en la revista Fierro (en su última encarnación) estaban comenzando a salir publicadas en tomos recopilatorios. Por lo tanto, era casi evidente que la mejor de las historias allí aparecidas iba a buscar un lugar en nuestras repisas a modo de libro. No sólo que encontró ese lugar sino que es un placer contar en la biblioteca con la triste tragedia de Elvio Guastavino.

El Síndrome Guastavino apareció en forma serializada en la Fierro entre agosto de 2007 y abril de 2008 (entre los números 10 al 18). Es una obra de Carlos Trillo, uno de los más grandes escritores de la historieta argentina, y Lucas Varela, uno de los mejores "nuevos talentos artísticos" en estos momentos, que no te puede pasar desapercibida. Cruda, amarga, perversa, sórdida... no hay un adjetivo que logre describir por completo a esta narración, que consigue un choque emocional al entrar por los ojos con esos personajes de pesadilla dibujados tan precisos, con un aura de simpatía y colorido. Trillo da cátedra de cómo volver a tomar el tema de los efectos de la última Dictadura vivida en la Argentina sin caer en lugares comunes y trillados, haciendo un thriller psicológico de una fuerza impresionante.

Elvio Guastavino es hijo de un coronel de la dictadura (un terrible torturador) que convive con su madre postrada y está enamorado... enamorado de una muñeca situada en una vidriera de un negocio de antigüedades que en su mente cobra vida cuando él la ve. Si esto no fuera poco para marcar el clima sórdido y opresivo de la historia, aparece en escena una mujer que busca vengarse de las torturas que recibió en su pasado. Así, Varela con su arte magnífico nos va contando en flashbacks el pasado de la familia Guastavino, lleno de rencores, maldad y violencia. No es la primera vez que Trillo nos entrega este tipo de personajes patéticos y anti-heroicos, recordemos al Señor Lopez por ejemplo. Con Lopez el lector podía llegar a encontrar un punto en donde identificarse con eso de querer escaparse de la realidad saliendo por una puertita... Con Guastavino parece empujarnos a reflexionar sobre el pasado de la Argentina, sobre esas cosas que se mantienen en silencio y terminan explotando con consecuencias irreversibles.

La lectura de esta historia en forma de libro es muchísimo mejor que en forma serializada: es una novela hecha y derecha, de esas que uno comienza y no puede parar de leer. Ya podríamos decir que es una de las mejores historietas publicadas este año.

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