Terry Moore es uno de los autores surgido del mundo del comic independiente americano más reconocido mundialmente. Él creó la popular serie Strangers in Paradise (que tiene su edición en español), estuvo involucrado en la fundación de Homage Comics, y desde hace un tiempo se dedica a guionizar algunos comics en Marvel, como Spider-Man Loves Mary Jane o Runaways. Por eso, cuando a principios del año pasado se anunció la salida de una nueva serie escrita y dibujada por Moore editada de forma independiente por Abstract Studios, la curiosidad surgió en mí. ¿Cuál sería el paso que este autor daría al tener libre dominio de su arte?
La respuesta fue algo sorpresiva. Habiendo leído Strangers in Paradise (que podríamos encuadrar dentro de los comics de situaciones cotidianas, en donde se planteaba cómo se va desarrollando a través de los años un triángulo de amistad / amor entre dos mujeres y un hombre), enterarme que este nuevo comic era de ciencia ficción, no podía menos que sorprenderme. Por eso cuando salió el primer tomo recopilatorio de esta serie, llamada Echo, le di una oportunidad.
Moore comentó en alguna nota que la premisa de este comic es mostrar a una mujer que vive en la Norteamérica de hoy que está encarando diariamente un cambio increíble en su vida de cada día. La historia de Echo gira alrededor de Julia, una joven fotógrafa que descubre por azar un traje de guerra de alta tecnología. Ya cuando uno lee que el comienzo de cada capítulo tiene una frase anti-bélica de Albert Einstein, la cosa se pone interesante.
El tema es que mientras esta chica toma fotos en el desierto, presencia una explosión en el cielo... la del mencionado traje con el piloto que lo llevaba puesto. Como resultado de esto, este traje es reducido a esquirlas con la forma de diminutas pelotitas, que caen a la manera de lluvia sobre el desierto y sobre la pobre Julia. Estas pelotitas se adhieren a su piel, y a ella le resulta imposible desprendérselas. Es más, esta sustancia metálica termina uniéndose cubriendo casi totalmente los hombros y el pecho de Julia. Un desastre. Si todo esto no fuera poco, tiene que lidiar con su ex-marido que le pide que firme los papeles de divorcio. Al tiempo (pero no mucho tiempo), ella va al hospital para tratar de quitarse esa placa, y todos los esfuerzos son en vano. Tanto ella como los médicos que la tratan descubren que esta sustancia reacciona ante agresiones. Mientras tanto, la gente que creó el traje confirma la presencia de Julia en la escena de la explosión y envían a otra mujer para localizarla.
Realmente la lectura es interesante, entretenida. Es un comic en blanco y negro, en el que hay que destacar la claridad y el buen trazo de Moore. Lo único que podría decir en su contra es que después de leer el tomo recopilatorio uno se queda con sabor a poco, así que pienso que leer esta serie mensualmente no debe ser lo óptimo. Pero es una opción interesante para todos aquellos que disfrutan de una lectura de ciencia ficción, de conspiraciones y de cosas al estilo de los X-Files.
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