martes, agosto 25, 2009

Agendame pero en otro lado, por favor

Y si, estoy leyendo algo de manga también. Aprovechando que hay varias buenas ediciones argentinas de este tipo de material, me acerqué a unos cuantos títulos para ver de qué se trataban. Debo confesar que hay un par que me tienen absolutamente enganchado, y aquí voy a hablar de uno de ellos.

Death Note se me presenta como uno de los más interesantes títulos que yo haya leído jamás, ya considerado por algunos como un clásico del manga. ¿Por qué logró capturarme como lector? Bueno, este libro provoca presentando un enfoque distinto a temas bastante inusuales en la literatura comiquera superheroica occidental (de la que soy - como se habrán dado cuenta - total fanático), tales como la moralidad, la naturaleza del bien y mal y algún que otro comentario social.

La editorial Larp ha lanzado recientemente el segundo tomo, y si ya el primero me había enganchado este segundo me atrapó por completo. El saber que la serie completa consta de 12 números es también otro plus a la hora de leerlo, porque sabemos que relativamente pronto encontraremos una respuesta a los distintos interrogantes planteados por el autor. Más allá del thriller y de la resolución de los crímenes que van sucediendo, el planteo fundamental es uno que mueve a la Humanidad desde sus albores, y que creo que seguirá siendo el núcleo de futuros debates: ¿El fin justifica los medios?

¿De qué trata esto? Light Yagami es un estudiante prodigioso que está aburrido. Peligrosamente aburrido. El destino quiso que encontrase un cuaderno llamado Death Note, una agenda arrojada a la Tierra por un pícaro Shinigami (un demonio, bah) llamado Ryuk, que también está aburrido de su propia existencia. Light, al percatarse que todo humano cuyo nombre es escrito en una página de esa agenda muere, decide mediante este libro limpiar de criminales a todo el mundo. Por lo tanto, comienza a "matar". Esto obviamente llama la atención de la policía local, que delega al legendario detective L a que rastree al asesino. De más está decir que Light se pone como meta eliminar a L, ya que es el único obstáculo que existe para conseguir un mundo perfecto.

Eso es a grandes rasgos lo que cuenta esta obra, y una de las cosas más llamativas a mi entender es que está protagonizada por un personaje completamente despreciable. Fascista, ególatra, egoísta, soberbio. Un muchacho con el que es imposible de identificarse. Además convengamos que uno tampoco se puede identificar con ninguno del resto de los personajes secundarios (por lo menos a esta altura del relato). En este segundo tomo se revela la identidad del detective L, y dista mucho de ser alguien con el que se pueda crear empatía alguna. Pero todo está narrado de una manera tan atrapante, tensa, con gran dosis de acción y suspenso, por Tsugumi Ohba y Takeshi Obata, que logra que uno se interese por saber adónde va todo esto y dónde está delineada la fina línea moral de estos personajes (y de toda la obra).

Death Note es una opción interesante para leer, de buena edición local y precio accesible, que te va a dejar pensando. Y eso no es poco en estos tiempos.

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