domingo, agosto 23, 2009

Y ahora quedó sólo una

Una de las series regulares de la editorial Image de mayor duración (y deberíamos decir que la de mayor duración de la línea Top Cow) está pasando por unos interesantes momentos de cambio. Estamos hablando de Witchblade, Mondoamigos, y en estos momentos hay Guerra en sus páginas.

Antes que nada quiero destacar que el número del que hablaremos aquí tiene la que para mí es la portada más bonita que ha sido publicada este año:


¿Y qué es esto de la Guerra de Witchblades? Bueno, desde hace poco más de un año el Witchblade fue dividido entre dos portadoras: la ya clásica Detective Sara Pezzini y la bailarina Danielle Baptiste. Ellas estuvieron coexistiendo de manera pacífica hasta ahora. A partir del número 125 de la serie la cosa cambió. Allí arrancó la Guerra de Witchblades, en donde el Curador le informó a Dani que cuando el Witchblade se dividió, también lo hicieron sus esencias. Así que la mitad de Dani representa al Angelus, y la mitad de Sara representa la Oscuridad. Sin balance, la naturaleza caótica de la mitad de Sara lentamente está corrompiéndola. Entonces Dani considera regresarle la mitad "buena" del Witchblade a Sara, pero antes de hacer eso se entera que aunque haga eso no quitaría la influencia de la Oscuridad del cuerpo de Sara, ya que sus efectos en ella se han vuelto muy poderosos. Por lo tanto, Dani resuelve recuperar la otra parte del artefacto.

Así llegamos a este capítulo, el 129, que apareció en las comiquerías en estos días. Es un capítulo plagado de acción y sorpresas, el penúltimo de esta saga, y aquí vemos a Dani enfrentarse a la oscura Sara con un ejército de Darklings bajo su comando (el comando de Sara, obvio). Los guerreros Angelus luchan contra los Darklings, las portadoras del Witchblade se enfrentan entre sí, y en un momento de la batalla las dos mitades del Witchblade se unen... Cuando comenzó esta Guerra los anuncios publicitarios decían que sólo una portadora saldría viva de esto, y bueno, aquí es donde una mata a la otra.

A no desesperar que no voy a decir cuál sobrevive.

Ron Marz cumple como siempre con una historia entretenida y llevadera, pero acá el que se lleva las palmas es Stjepan Sejic. Con su arte nos transporta a un mundo irreal y peligroso, infestado de tinieblas, en donde no cabe duda quién es la mala y quién la buena. Este capítulo en particular tiene tantas splash pages fabulosas como para comenzar a pensar en que pueden comercializarlas como posters (sobre todo la de la muerte de la portadora). Es un capítulo que se siente épico de principio a fin. Habrá que ver cómo termina esta saga el mes que viene.

Ah, obviamente en estos tiempos cuando vemos morir a un personaje relevante en las páginas de un comic, ya estamos pensando en que esto es temporario y que lo que hemos visto va a ser borrado con el codo. Pero... ¿cuántas veces leímos una columna de una página entera escrita por el autor de la obra despidiéndose del personaje y deseándole que descanse en paz? Totalmente inesperado esto. Esto nos da la pauta que lo que vimos parece ser definitivo, y que el Witchblade es como el Highlander: Sólo puede haber uno solo.

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